Heroína en mis brazos sale al encuentro de cualquier consideración lógica, porque arranca del punto exacto donde la poesía se gesta y se hace carne, esto es, la soledad. Soledad de un hombre que escribe su propio pentagrama intentando despojarlo de las notas en las que se fraguaron la realidad, el desengaño y la tristeza.
 
Estado: Muy bien | Tapa blanda ilustrada | Dedicatoria manuscrita el autor a los anteriores propietarios en segunda página.
 
Editorial: Andromeda | 1987
 
Páginas: 68
 
Medidas: 20'5x13'5 cms.